Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

Querido visitante: gracias por pasar por aquí y leerme.
Aquí encontrarás ligeros divertimentos y algunas confidencias personales, pocas.
A mí me sirve de entretenimiento y si a ti también te distrae, ¡estupendo!.
Si, además, dejas un comentario... ¡miel sobre hojuelas! Un abrazo,
Guarismo.

sábado, 15 de septiembre de 2012

285. Contento, en 400 palabras (ciento noventa y nueve).

Contento

Salgo de casa, bajo silbando las escaleras. Me acerco al parque que tengo en frente, hace una mañana espléndida. Paseo como a mí me gusta, despacio. Me fijo en los árboles, ¡cómo han crecido!, y en los pajarillos que, por fin, han vuelto. Se fueron cuando destruyeron el parque para hacer un túnel. Ahora que los árboles ya han crecido, vuelven. Son una alegría. Echaba de menos el piar que me despertaba por la mañana temprano. Saludo a unos y a otros, vecinos y conocidos de cruzarme con ellos. Me siento en un banco cara al sol, no quiero perder el moreno, y cierro los ojos. Calma chicha. Todo en orden. Alguna preocupación, claro, siempre hay alguna, uno siempre se preocupa, pero ninguna grave, esperanzado, con optimismo. Las cosas irán bien, seguro. Paciencia, sólo. Conformado, por otro lado, con lo que hay. ¡Qué remedio! Pero contento, con ganas de hacer cosas, que ya las hago. Si acaso, que he de forzarme más en terminar ese cuento que estoy escribiendo. Lo he retomado de nuevo y esta vez he de terminarlo. Sí. Lo haré. Por lo demás, contento, digo. No me puedo quejar, no debo quejarme. Hoy la mañana es espléndida, ya lo dije, y la temperatura, ideal. Da gusto pasear o tomar el sol por un rato. Me encuentro bien. Este rato de ocio me permite pensar. Pienso en los más próximos, mi mujer, mis hijos: les irá bien. Pienso en nuevas actividades, que llenen mi tiempo y me llenen a mí. Yo siempre he sido un hombre activo y ahora no puedo dejar de serlo. Escribir, diseñar páginas Web, leer, colaborar en todo lo que me propongan, que sea interesante, claro, escribir (otra vez), asistir a algún curso o charla que me apetezca, recorrer Madrid, visitar sus museos y sitios interesantes (bueno, esto lo dejaré para hacerlo con mi mujer cuando se jubile, que sé que a ella le gusta), reunirme con amigos, disfrutar de mi tiempo haciendo cualquier cosa que me venga en gana… con ganas, con ilusión, con entrega; hacer deporte, que ya hago: juego al squash y racket cuatro veces por semana, no está mal, así me conservo en forma… y desde que me como un plátano (canario) todos los días, no me duelen los músculos (sugerencia de mi mujer, que lo sabe todo). En fin, contento. He releído “Huida a ninguna parte”: ¡qué diferencia! 

No hay comentarios: