Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

Querido visitante: gracias por pasar por aquí y leerme.
Aquí encontrarás ligeros divertimentos y algunas confidencias personales, pocas.
A mí me sirve de entretenimiento y si a ti también te distrae, ¡estupendo!.
Si, además, dejas un comentario... ¡miel sobre hojuelas! Un abrazo,
Guarismo.

sábado, 29 de agosto de 2009

123. Detalles en mis playas de Cái.

Piedra blanca suspendida en el agua sobre la arena

Atardecer

Gaviota entre nubes y cielo azul

Corriente de agua sobre la arena

Lapas

Mejillones

Arena arrastrada por las aguas en la orilla

Huellas de gaviota

Valva

Hombre-buzo o astronauta dibujado en la arena... al azar

Formas repetitivas en la arena en la bajamar

Península Ibérica (dibujada en la arena por azar de la bajamar; yo no lo hice, lo prometo)

"Dibujo libre" en la arena

Corazón sobre la arena

Bandada de aves sobre la mar

sábado, 22 de agosto de 2009

122. Hay que hablar mal de Cái, en 400 palabras (ochenta y una).

Tenía razón Bicho cuando me lo dijo en una ocasión. Los gaditanos debemos hablar mal de Cái y los que vienen a disfrutar de nuestro maravilloso entorno de sol y playas, también (y no volver). Valgan estas 400 palabras, escritas en el andalú que se oye por mi tierra (que ya sé que no lo escribo a la perfección), para evitar que Cái se llene hasta la bandera.

Hay que hablar mal de Cái

Cái eh un desahtre. Yevamos cuarenta díah y cuarenta noshe con el jodío viento’Levante tocándonoh los cohones. Vaya levantera, pisha. Aquí no hay quien vaya a la playa, que’l Levante te clava la arena como alfilereh en el cuerpo. Y la caló. Joé con la caló. Cuarenta gradoh, ojú, y sin podé ih a la playa. Un desahtre, quillo.

Hemos tenío en julio tres díah de Poniente, fresquito, tú. A la playa toermundo. Y la playa a rebosá. No pude ni jugá a lah palah, con lo que me guhta a mí. Ni corré ni paseá. Lah playah de Cái toah como la de Sanlúca. No cabe un arma. Y pá colmo el bando municipá de la’lcardesa, que a mi novia l’han cascao una multa de 300 leuros por hasé er toplé. Lo que fartaba, pisha. Eso eh porque Cái es la reserva espirituá d’ossidente. ¡Joé!

Y luego quiés ih a senar y t’encuentra una cola de mil pareh de cohones. “¿Tenéih reserva udtedeh?”, te pregunta el gashó del restaurán, y tú vah y dise que no. Pos no senas. O te’sperah tomando una tapa en la barra, que pá eso la inventamos aquí, en la venta’erChato. Pero lah tapah eran güenah hase ya musho tiempo. Ahora no. Ahora son una porquería. Ahora toermundo va a ganá guita y la calidá eh un desahtre. Y no digamoh ná de los presios. Un abuso, tío. Te píeh una dorada a la sal y te clavan sien leuros. Y si t’apetese marihco, ya puéh irte al mercao, que’h más barato.

Hay hente pá tó poh tós laoh. Loh turistah, que Cái s’ha puesto de moda y tó loh madrilñeñoh, hale, a Cái. Como si no hubiera máh playah. Me río yo del Benidó ése, seguro q’allí no hay nadie comparao con Cái. Disen q’hay crisi, pero ehto’stá yeno der tó. Y vá presios que pone la hente pa’lquilá una casa. Esto no hay quien lo’guante. El verano que viene yo me voy a Benidó, o a Madrí, que tié q’ehtá vasío. Desidle a vuestroh amigoh que Cái eh un desahtre, que no cabe un arma máh. Ehto eh una locura. Cái era un sitio’stupendo hase años, cuando no había madrileñoh. Ahora cogéh a cuatro y leh preguntáih: ¿vái a ih a Cái? Y treh jodíoh te disen que sí.

Yo me voy borrá. Me voy hasé de Madrí, pá jodé. Un desahtre.