La mente
Tenía escritas cuatrocientas palabras sobre la mente humana y las he borrado todas por tercera vez. Intentaba describirla y no lo consigo. Decía cosas como que “la mente es, por lo menos, curiosa. Cierto que también es sabia, fuerte y tenaz, a veces increíble, a veces asombrosa y, siempre, digna de admiración.” También decía: “… pero la mente nos traiciona con frecuencia, nos engaña, nos hace ver cosas que no son, nos hace creer sentimientos de otro que no existen, interpreta gestos como buenos cuando son negativos, nos recuerda cosas que no ocurrieron, nos sitúa en un tiempo que nunca transcurrió…”.
Digo esto porque intento escribir sobre la mente y lo que escribo no me gusta.
¿Nuestra mente es nuestra consciencia? ¿Es nuestra alma nuestra mente? ¿Por qué evolucionamos así? ¿Hay alguien que lo entienda? Las religiones hablan de la creación, del alma, de la vida eterna, de la reencarnación. Los agnósticos dicen que no hay vida después de la vida, aunque luego algunos matizan y deducen una vida sin sentido si no hay vida más allá de la muerte. Viviremos, dicen otros, en la mente de los demás, en su recuerdo, y eso es vida también.
El pensamiento evoluciona de generación en generación, y mejora. Hace tres mil años aún no se había inventado la luz eléctrica, aunque se construyeran pirámides casi perfectas y ya se supiera de números y de geometría. La revolución industrial revolucionó el mundo. Y desde entonces el progreso de la mente humana es vertiginoso. Un poco antes, la Matemática dio su salto espectacular, gracias a la mente de algunos superdotados, y propició los avances de la era actual. El s. XX ha sido el de los inventos a una velocidad de curva exponencial. Estamos comenzando el s. XXI y aún no sabemos qué nos deparará.
¿Por qué la mente de algunos es tan formidable, capaz de inventar lo inimaginable, y la del resto de los mortales es tan vulgar?
¿Qué inventos inventará la mente en los próximos años? ¿Evolucionará más y nos llevará al caos… o a un mundo feliz?
La mente… la mente a veces enferma y nos deprimimos. Y no entendemos nada; y necesitamos ayuda, aun no comprendiendo por qué. Nos cuesta pedirla porque ha de pedirla nuestra mente y nuestra mente ha enfermado.
Estas cuatrocientas palabras ya no las borro. Tampoco me gustan, pero quería escribir sobre la mente.
domingo, 14 de diciembre de 2008
87. La mente, en 400 palabras (cincuenta y siete).
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7 comentarios:
La mente es una putada, sobre todo cuando tiene que echarle las riendas al corazón y tiene razón. Te lo digo por experiencia.
Mil besos, Miguel.
hombre, yo creo que ahora mismo más que negociaciones hay detenciones... porque este cabrón está en la cárcel.
y que permanezca allí por mucho tiempo.
Berrendita: sí, cuando la mente ha de controlar el corazón y el corazón se rebela... dura pelea, dura.
Estrella de mar: sin duda, ese cacho cabrón y hp está entre rejas, afortunadamente. Pero su madre debería estar también allí o, por lo menos, no ocupar un puesto de representación en nuestra democracia. Como no entiendo que sea así y no se haga nada para evitarlo, hablo de posible negociación encubierta...
(Estos comentarios vienen a cuento de uno que le hice a estrella de mar en su blog sobre el asesino y último jefe etarra detenido y su madre, que lo defiende)
No estarías convencido de la calidad de estas 400 palabras... pero a mi sí que me han gustado mucho, Guarismo! Muy interesante.
La mente humana sigue siendo todo un enigma, ojalá en algún momento lleguemos a vislumbrar la explicación de alguno de sus misterios.
Da para reflexionar mucho el tema, me gusta.
Un besote!
Gracias, Bicho. Tus elogios me animan a seguir con 400 más...
Un abrazo,
Miguel
La mente es nuestro peor enemigo. Y nuestra mejor amiga, al mismo tiempo. Complicada. Ni contigo ni sin ti. Es mejor tenerla como aliada.
Yo, personalmente, prefiero al corazón. Pero cuando el corazón se hunde, no podemos permitirnos que la mente se ahogue detrás.
Gracias por visitarme con tanta asiduidad. Un abrazo.
Sí, Noelia, estoy contigo. La mente puede ser mal enemigo pero hay que tenerla de tu parte... yo la tuve un largo tiempo en mi contra y fue terrible. Me costó ganarle la batalla.
Y te digo lo mismo: gracias mil por acercarte a leerme.
Un abrazo,
Miguel
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