Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

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Guarismo.

viernes, 29 de agosto de 2008

67. Las neuronas, en 400 palabras (cuarenta y dos).

Las neuronas

Dice la mujer que el hombre tiene una única neurona. Yo digo que la mujer tiene alguna más, sí, pero en constante ebullición.

Dice la mujer que el hombre utiliza su neurona para una cosa cada vez, y sólo para algunas cosas: sexo, fútbol, deporte en general, copa con los amigos, mus. Que todo lo demás lo hace sin utilizar su única neurona. Probablemente tenga razón.

Yo digo que la mujer utiliza sus neuronas para todo. El problema está en que nunca deja de utilizarlas y no les da descanso. De ahí las consecuencias: se cansan y, lo que es más grave, se pelean entre ellas, cosa que al hombre no le ocurre porque tiene sólo una. Por eso la mujer cambia de criterio cada poco tiempo. Con frecuencia, varias veces en pocos minutos.

Fijaos, si no, en una conversación ente hombre y mujer: la neurona del hombre mantiene su criterio sobre un determinado tema. Las neuronas de la mujer, como son varias, dicen primero una cosa, luego otra, y otra, más tarde vuelven a la primera y así sucesivamente. La neurona masculina cede —depende de su calidad, pero suele ceder si no hay maldad por medio, que a veces la hay— y, entonces, las neuronas femeninas, siempre en constante contradicción, se rebelan diciendo que la neurona masculina le da la razón como a las locas. Y si la neurona masculina no cede, peor, porque entonces es inflexible, desconsiderada, inhumana y, por supuesto, machista.

La única neurona del hombre se concentra en su tarea y, como consecuencia, olvida otras. Es obvio que el hombre es monotarea y mientras está absorto en lo suyo no necesita atención, se vale por sí mismo. La mujer, no. La mujer es multitarea, capaz de hacer múltiples cosas al mismo tiempo, una con cada neurona especializada (no enumero aquí las especializaciones, de todos conocidas) y, además, necesita atención continua. Yo creo que siempre deja una neurona alerta comprobando la atención que recibe y, si no es la esperada, hace saltar la alarma: que no me quieres nada, que no me haces ningún caso, que no soy nadie para ti, que todo es más importante que yo y sólo me quieres cuando me metes en la cama, que…

Dicho sea todo lo anterior, sinceramente, con mi tremendo cariño a las mujeres y el gran respeto que mi única neurona le tiene a las suyas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente, eres un machista sin solución. Te morirás sin haber entendido a las mujeres ni una "miajita" pena me das...

Bicho dijo...

Jejejeje! Desde luego es una visión bastante simplista de cómo funciona el cerebro (en general) y de los distintos modelos de procesamiento de información que tenemos hombres y mujeres... pero tienes mucho sentido del humor!

Espero que así lo haya entendido "anónimo"; y que su comentario no venga de una feminista descarriada de esas a las que yo critico tanto, porque creen que defender a la mujer es tomarse como ataque personal hasta una inocente broma.

Aaainsss, que me divierten tus 400 palabras, le dedico todas mis neuronas (las que me quedan) a la lectura cada vez que publicas! :)

Un abrazo!

Sr. Calamar dijo...

Me sumo al tren de fans de los curiosos relatos del 2^4 * 5^2 palabras.

Además, pongo mi granito de arena VS el comentario de anonim-¿a? con apuntes fraccionados sobre el texto original (al estilo de uno de mis antiguos profesores):

Definitivamente (seguidor@ cruel), eres un machista (tremenda conclusion en tan pocas palabras) sin solución (ni una segunda oportunidad...). Te morirás (a todos nos llegará, ¿no? incluso a las feministas :)) sin haber entendido a las mujeres (ese gran ente... ¿no somos todos diferentes? quizá no sea tan fácil como asimilar un listado de prejuicios) ni una "miajita" (al puro estilo sureño) pena me das (dijo San Pedro)...

Ana Pedrero dijo...

Guarismo: me encanta que dediques tu única neurona a hilar cuatrocientas palabras sobre las nuestras. Me he divertido mucho, aunque en mi caso la guerra de las neuronas y los sexos no tiene cabida. Invirtamos nuestras neuronas en cosas más placenteras como, por ejemplo, leernos.Fitetú.

Mil besos. :)

Guarismo dijo...

Por partes:

Anónima (porque eres mujer multineurona, claro): 1. Tienes razón en parte de lo que dices: me moriré sin haber entendido a las mujeres ni una miajita, por supuesto. Es tarea a la que renuncié hace ya muchos años... y conste que, de joven, lo intenté. 2. Tu neurona especializada en el humor estaba ociosa cuando leíste mis 400 palabras. 3. No soy machista (tampoco feminista), aunque mis palabras lo parezcan.

Bicho: 1. Tú, que vas para psicóloga, entiendes que lo escribí en clave de humor. 2. Creo que la anónima no es feminista descarriada, aunque lo parezca, créeme (si es que conozco a esa anónima, que no estoy seguro). 3. Mi vanidad agradece que te gusten mis 400 palabras.

Sr. Calamar: 1. Bienvenido a esta bitácora. 2. Veo que Bicho te ha iniciado (gracias). 3. ¿Eres matemático? 4. Suscribo tus comentarios a la anónima.

Ana: 1. Gracias de nuevo por leerme (aunque lamento no escribir tan bien como tú... tengo envidia...). 2. Esa guerra de la que hablas no debiera existir... 3. Mi neurona lee siempre tus deliciosos sueños de la fábrica, aunque he de reconocer que alguno no alcanzo a entenderlo (por eso no comenté el de Bilbao), lógico por otra parte... con una única neurona, ¿qué puedo esperar? 4. ¿Le pides a Donce que me envíe un correo? Porfa.

Gracias a todos. Enriquecéis esta bitácora que, sin vuestros comentarios, no sería nada.

Anónimo dijo...

1º.- Guarismo: Cada uno de los signos o cifras arábigas que expresan una cantidad.
Es decir: No puedes llamarte guarismo pues no tienes cantidad de neuronas, o sea, cambiaté el nombre.
2º.- Como te conozco desde que eras pequeñito, casi como si te hubiera parido, he de decite que si ahora eres maquista de joven eras "hipermachista".
3º.- A todas tus seguidor@s, les falta el sentido del humor, o sea, tambien deben de ser hombres con una sola neurona.
Fin: yo tengo muchas neronas, todas muy bien colocaditas, ordenadas y entre ellas se llevan estupendamente bien.
O sea: que os den con el mango de la sarten,