Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

Querido visitante: gracias por pasar por aquí y leerme.
Aquí encontrarás ligeros divertimentos y algunas confidencias personales, pocas.
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Guarismo.

jueves, 6 de diciembre de 2007

15. ¡Desde mi Cái! (uno).

¡Por fin! Escribo desde mi rincón en las costas de Cái, desde este cashito de paraíso que para mí supone media vida, o tres cuartos... Contemplar la mar desde el acantilado; oír, desde mi casa, el rumor de sus olas que me trae el viento de Poniente con su sabor a sal; pisar la arena rubia de sus playas; bañarme en sus aguas, frías en estas fechas; tumbarme a su vera y atrapar en mi piel los débiles rayos del sol de diciembre para que no escapen y sentir su calor...



Es mi momento mágico, cuando, como esta mañana, bajo a mis playas de Cái y me fundo con ellas. Dejo pasar el tiempo a su antojo, corriendo primero un rato, paseando luego de extremo a extremo por la orilla, contemplando la belleza de las olas que la mar me trae hasta mis pies, formando con sus aguas mil figuras caprichosas que estallan en espuma blanca al romper y luego acarician la arena. O mirando cómo rompen las olas contra las rocas, aquéllas que no quisieron besar la arena rubia. Y sigo el vuelo de las gaviotas que tanto admiro, hasta que mi vista las pierde, pero luego vienen otras.

Esta mañana, con Poniente en calma, mi cala favorita estaba vacía. Solos nosotros, mi mujer, mi perro y yo, la llenábamos. Hacía fresquito, pero no me impidió bañarme, luchando contra esas olas gigantes que hoy, caprichosamente, me regalaba la mar. Se me hicieron cortas las dos horas que estuve allí, entre las rocas, el acantilado, las olas, la arena rubia, la mar... pero fue suficiente para cargarme de nuevo de sol, de energía, de vida, de paz...


Os dejo unas fotos, por si me leéis. Me quedan dos días de este puente de diciembre para seguir disfrutando de mi Cái, de mis playas, de mis olas, de mi sol, de su calma, de su alegría...


Son sólo tres días en este bendito puente, que me cargan de vida, de sol y de mar hasta el próximo viaje, dentro de tres meses probablemente, pero son tres días plenos que compensan la espera, que me llenan, que me colman.

3 comentarios:

Ana Pedrero dijo...

Lanza al viento de poniente, si puedes, un beso de mi parte, para que acaricie las fachadas, para que humedezca las pieles, para que deje la estela de lo mucho que amo aquella tierra, que nunca fue la mía, pero que duele como si me quemase por dentro.

Un abrazo.

Guarismo dijo...

Berrendita: mañana lanzaré tu beso desde mi boca sobre las olas de nuestro Cái y la mar sabrá cuánto la quieres. Pero que no te duela, que mi tierra, nuestra tierra, no quema... acaricia por dentro y por fuera, te acoge con cariño... y a ti te añora,¡seguro!

Un abrazo.

Donce dijo...

Desde este trocito de tierra seca, me ahoga la envidia...
Ya sabes, dale al "Rec" en tu memoria y después nos lo cuentas!!