Aquí, en Madrid, me falta aire al respirar... y sólo me consuela soñar con mis playas de Cái. Sueño que estoy allí, que piso la arena húmeda con mis pies descalzos, que me baño en las frescas aguas de mi cala preferida, que me dejo arrastrar por las olas hasta que me encallan en la arena... sueño que me tumbo a tomar el sol y contemplo las gaviotas pasar con su elegante vuelo entre el cielo y yo... siento en mi piel el frescor del Poniente que arrastra el olor de la sal marina...
sábado, 3 de noviembre de 2007
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