Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

Querido visitante: gracias por pasar por aquí y leerme.
Aquí encontrarás ligeros divertimentos y algunas confidencias personales, pocas.
A mí me sirve de entretenimiento y si a ti también te distrae, ¡estupendo!.
Si, además, dejas un comentario... ¡miel sobre hojuelas! Un abrazo,
Guarismo.

viernes, 12 de febrero de 2010

150. He de alimentar esta bitácora, en 400 palabras (noventa y seis).

He de alimentar esta bitácora

Sí, he de alimentar esta bitácora con algo, con 400 palabras quizá; para no perder la costumbre. Mis lectores (de los que tengo la impresión de que cada vez son menos) me acusarán, y con razón, de que lo que escribo es vacuo. No lo niego. En este momento estoy tratando de escribir algo con el simple y único objetivo de crear una entrada más en esta mi bitácora. No os engaño: si me leéis, sabed que hoy escribo por el puro placer de escribir y, sobre todo, por cumplir con mi compromiso. Compromiso que, inicialmente, fue conmigo mismo y, más tarde, fue tácito con mis lectores; compromiso que consiste en publicar una nueva entrada cada semana, más o menos. Llevo ya 150 y lo he cumplido casi escrupulosamente.

Cierto que no siempre de forma acertada, pero he cumplido y es mi intención seguir haciéndolo, aunque sea con vacuidades. Siempre me gustó cumplir con mis compromisos, obligarme y ser fiel. Aunque diciendo esto, algún día tenga que tragarme estas palabras, quizás...; la imaginación se agota y la vida da muchas vueltas... Por si acaso, pido humildemente perdón por adelantado pero, hoy por hoy, mantengo mi compromiso.

Decía antes que mis lectores son cada vez menos. Desde luego hay menos comentarios, aunque mis estadísticas indican cierta regularidad, con altibajos, en torno a las 100 visitas semanales. Es poquísimo, ya lo sé, pero para mí es suficiente. Nunca pensé llegar a tantas. Pero es cierto que algunos lectores me han abandonado, aparentemente, pues no se les ve por aquí y, además, han cerrado sus blogs. Por ejemplo, Berrendita, a la que debo esta bitácora, o Marina, una deliciosa niña con un delicioso blog. O Kambalache, Ana, Mara o Fusa (bueno, Fusa desapareció unos instantes pero sigue, afortunadamente, con un cambio de look). Ellas eran, lo digo por sus comentarios, asiduas a estas letras. Pero, a fuer de ser sincero, diré que echo más de menos sus bitácoras que sus comentarios en la mía. Son dignas de leer semanalmente, estupendamente escritas, ocurrentes, sinceras, atractivas, enriquecedoras...


Otras, afortunadamente, siguen, como Bicho, Noelia, Minisuina y Estrella de Mar.

¡Bien!, Berrendita ha vuelto. ¡Qué gozada!


Habré de descubrir nuevos blogs que leer y con cuyos autores relacionarme. Aunque eso tiene el peligro de la dispersión y el riesgo de entretenerme demasiado y no avanzar en mis novelas. ¡Es, ciertamente, más cómodo!

2 comentarios:

Jenn Díaz dijo...

(Yo sí sigo por aquí y por allí... intermitentemente... pero sigo...)
Un abrazo, Miguel.

Guarismo dijo...

Y no sabes cuánto me alegro de que sigas... durante unas horas pensé que abandonabas.

Me gusta leerte, Fusa.

Un abrazo,

miguel