Quise atraparte
y te me escapaste por entre los dedos,
como el agua.
Tú lo sabías
y no dejaste que me acercara a ti,
por si acaso.
Yo lo intenté,
y tú te diste cuenta, y te escabulliste,
como el aire.
Lo hiciste bien.
Hiciste lo que debías. ¿Renunciando a tus deseos?
No lo sé.
Quizá no,
quizá no te importó, que sólo lo imaginé o acaso lo soñé.
Y lo deseé.
Lo creí posible,
pero no lo era, y no habría sido lo mejor, por si el fracaso.
Ahora lo sé.
¿Quizás algún día?
No, ya no lo creo, ya no lo espero.
Será así.
Aunque duela.
Me quedaré con el recuerdo,
que me llena.
y te me escapaste por entre los dedos,
como el agua.
Tú lo sabías
y no dejaste que me acercara a ti,
por si acaso.
Yo lo intenté,
y tú te diste cuenta, y te escabulliste,
como el aire.
Lo hiciste bien.
Hiciste lo que debías. ¿Renunciando a tus deseos?
No lo sé.
Quizá no,
quizá no te importó, que sólo lo imaginé o acaso lo soñé.
Y lo deseé.
Lo creí posible,
pero no lo era, y no habría sido lo mejor, por si el fracaso.
Ahora lo sé.
¿Quizás algún día?
No, ya no lo creo, ya no lo espero.
Será así.
Aunque duela.
Me quedaré con el recuerdo,
que me llena.
3 comentarios:
uffff... meastro, esto es genial y creeme que te entiendo, yo estoy viviendo eso, pero, por más que sé que no hay futuro, me quedaré con el recuerdo que lamerá mis heridas cuando la vida me corte con sus espinas.
Un gran saludo, tienes un nuevo seguidor.
¡Qué nunca callen los poetas!
Yo creo que el recuerdo nos llena a los dos.
saludos
Gracias, Pochilo y Chaly. ¡Bienvenidos! Un placer veros por aquí. Visitaré vuestras bitácoras (a las que ya eché un vistazo) y me haré vuestro seguidor...
Un abrazo,
Miguel
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