Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

Querido visitante: gracias por pasar por aquí y leerme.
Aquí encontrarás ligeros divertimentos y algunas confidencias personales, pocas.
A mí me sirve de entretenimiento y si a ti también te distrae, ¡estupendo!.
Si, además, dejas un comentario... ¡miel sobre hojuelas! Un abrazo,
Guarismo.

viernes, 11 de abril de 2008

42. En la red de los blogs, en 400 palabras (veintitrés).

En la red de los blogs

Es curioso este fenómeno de los blogs, antes weblog, luego we blog, y ahora blog (en el diccionario panhispánico de dudas ya se incluye blog con el significado de “bitácora”. Bitácora es el “armario, junto al timón, donde está la brújula”. Aunque, en mi opinión, es mejor la acepción “cuaderno de bitácora” –“libro en que se apunta, en orden cronológico, el rumbo, la velocidad, las maniobras y demás accidentes de la navegación”–; pero la economía que practicamos hoy con nuestra lengua nos lleva a simplificarlo. Veremos, algún día, blog, bloguero y bloguear en el DRAE como palabrejas importadas. ¡Qué pena, con lo bonita que es la palabra bitácora!).

Es curioso este fenómeno. Parece que fue Justin Hall el primero que comenzó a escribir un weblog en la Red, allá por 1994, y que fue Peter Merholz quien acuñó el nombre corto blog en 1999.

Los hay de todo tipo, no hace falta decirlo. Cualquiera que navegue por la Red los puede encontrar a miles, o a millones, que es más cierto. Yo, que trabajo desde hace años en este oficio de chalaos que es la Informática, he de reconocer que nunca me interesaron y, mucho menos, pensé en tener uno propio. Pero un día caí en uno que me gustó (una lectora de esta bitácora sabe que me refiero al suyo), me dio envidia (sana, por supuesto) y me decidí a publicar “mis cosas”. Algunas son íntimas –aún no sé por qué las escribí, pero lo hice, las publiqué y ahí están– y otras, la mayoría, un divertimento.

Ahora debo reconocer que me he enganchao a leer otras bitácoras y a publicar en la mía. Y, como el tiempo libre es finito, tengo abandonada la revisión de mi tercera novela y la continuación de la cuarta, ya iniciada, lo que está mal. ¡Ah, la pereza...! Es más fácil escribir 400 palabras que 83.000.

He conseguido tener algunos visitantes fieles. En 60 días, desde que activé las estadísticas, he tenido 671 visitas de 390 usuarios distintos –de los cuales 220 repiten– que han visto 1.420 páginas, cifras bajas desde luego, pero sorprendentes para mí.

Pero, no, no me quiero engañar. Quizás escribo para leerme a mí mismo. ¿Lo hará así la mayoría de los bloguers? No lo sé. Lo cierto es que un visitante me alegra, y un comentario me colma. ¡Ah, la vanidad...!

2 comentarios:

estrella de mar dijo...

Son mas los que pasan que los que escriben (desde fuera, que yo estoy en una etapa vaga de mi blog y me cuesta un monton expresarme)

Yo empecé a escribir el mio a modo terapéutico... porque opino que si compartes tus sentimientos, te quedas mejor. Parece que las penas se diluyen un poco, o que las alegrias duran mas y son mas intensas, o las dudas menos intrigantes.

Y a veces los comentarios ayudan. Como a ti, al principio, supongo que te ayudarian a seguir adelante cuando no sabias muy bien si iba contigo esto de las bitacoras (la palabra es mucho mas bonita, tienes razon).

Pero, mejor que los comentarios, para mi es encontrarte con una amiga que no ves desde hace tiempo y que te diga que lee tu blog.

Te da una alegria. Y no es por vanidad, sino que es el simple sentimiento de ver que importas.
Sin mas

Un abrazo

Guarismo dijo...

Gracias, estrella de mar, por tu comentario. Hacía algún tiempo que nadie dejaba su rastro y, como dices tú, uno se alegra de saber que alguien te lee. Más, si además comenta.

Entraré en los tuyos y te leeré. Ya me dirás si me dejas que te enlace. Tú lo puedes hacer con el mío, si quieres.

Por cierto, ¿qué sabes de Berrendita y su fábrica?

Un abrazo,

Miguel