Tremendo. El pasado sábado día 5, entre las 7 y las 11 de la mañana, llovió torrencialmente. Jamás había visto yo caer tanta agua de golpe. No llovía, jarreaba. No eran gotas de agua, sino chorros. En cuatro horas, parte de la provincia se inundó y colapsó: ríos desbordados, carreteras destrozadas, casas anegadas... buen drama para sus habitantes.
Y no fue lo peor este sábado: lo peor fue que llovía, o jarreaba, sobre mojado. Lleva así desde el 18 de diciembre, cuando empezó a llover y aún no ha parado. Va para tres meses sin sol y con agua, mucha agua.
Da pena ver mi tierra así, cierto que, a cambio, todo muy verde... pero con las playas casi sin arena, la mar sucia de barro y alborotada de temporales, los prados y caminos encharcados... mis playas sin sol, que lo ocultan las nubes negras que vienen, chorrean y desaparecen hasta que llegan otras casi de inmediato.
Os dejo unas imágenes de muestra.
Río desbordado. Lo que se ve entre las vallas de madera es una carretera.
1 comentario:
Nuestro Cái, incluso bajo las tormentas, es hermoso. Esperemos que el cielo se temple y al agua vuelva al agua.
Un beso de tierra adentro.
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