Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

Querido visitante: gracias por pasar por aquí y leerme.
Aquí encontrarás ligeros divertimentos y algunas confidencias personales, pocas.
A mí me sirve de entretenimiento y si a ti también te distrae, ¡estupendo!.
Si, además, dejas un comentario... ¡miel sobre hojuelas! Un abrazo,
Guarismo.

martes, 6 de junio de 2017

310. Otras 147 semanas sin escribir aquí, en 400 palabras (doscientas veinte).

Otras 147 semanas sin escribir aquí

147 semanas y un día, o 24.720 horas, que no son pocas, sin publicar nada aquí. Y eso que había prometido hacerlo. Reconozco haber incumplido mi promesa, avergonzado.

Ya no prometo nada, solo digo que lo intentaré. Como decía en mi entrada anterior, la vida cambia y los nietos, que ahora son ya cuatro (un machote y tres princesas), te la cambian aún más. Ley de vida, supongo, aunque no imaginé que mis nietos requirieran tanto de mi atención, de mi tiempo y, sobre todo, de mi cariño, que es gratificantemente inmenso.

Hubo otra razón, no explicada antes. Escandalizado por los derroteros que tomaba, y toma, la política, entonces y ahora, tuve la tentación de convertir este blog en una feroz crítica a la situación de nuestros partidos y a la situación en la que España se encontraba y se encuentra. Pero esto no cabe en este cuaderno de bitácora inofensivo y aséptico (eso pretendo), que además quiero que sea apolítico. Pero la duda y la falta de decisión me inhibieron y dejé de escribir.

Vuelvo. No sé de qué hablaré (escribiré), aunque siempre será en 400 palabras. Manías.

Los tiempos cambian, sin duda. Y las amistades virtuales, lamentablemente, se van perdiendo. Hubo un tiempo en que tenía varias, que leían este blog y hasta lo comentaban. Y yo participaba brevemente en los suyos. Pero los tiempos cambian… ¡qué pena! Me asomaré por los de antaño que aún sobrevivan e intentaré recuperar esos tiempos pasados.

Vaya, necesito un pitillo. He sido fumador empedernido durante más de 50 años, sin interrupción. No quiero saber cómo estarán mis pulmones, mejor que no. Desde enero, tras una bendita bronquitis, he bajado a 2-5 pitillos al día. Quizá la media esté en tres. Pero, como decía, necesito un cigarro AHORA. Hay actividades que me lo piden a gritos, como hablar por teléfono o escribir. Hoy ya llevo uno y medio. Esperaré a terminar esto, espero.


Por lo demás, bien. Sigo jubilado (claro, supongo que hasta que me vaya de este mundo o quiebre Hacienda, en cuyo caso no sé si seré jubilado o no, pero pensionista no, seguro). Sigo casado (mi mujer aún me aguanta, más o menos), mantengo mi actividad deportiva (dos partidos de squash y dos de racket a la semana), intento estar lo más activo posible y no me quejo. 

No hay comentarios: