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domingo, 1 de julio de 2012

271. La mujer guapísima (3), en 400 palabras (ciento noventa).

La mujer guapísima (3)

Era guapa, la mujer, guapísima, y muy atrevida. Ya éramos casi amigos. Yo estaba sentado en un banco del parque que tengo enfrente de casa, leyendo el periódico y con mi perrita Pizca sobre mis piernas (Pizca es pequeña y mimosa), cuando ella se sentó a mi lado, seria. “El otro día le dije que me gustaba y usted huyó”. “No, no huí, se lo expliqué, tenía que irme”. “¿Se lo contó a su mujer?”. “Sí”. “¿Y qué le dijo?”. “No me creyó”. “Mejor, ¿no?”. “No sé, bueno, quizá sí”. “Sí, así podemos ligar. Usted se lo cuenta, cumple, y como no le cree, tiene las manos libres”. “Es… no es tan sencillo. Yo quiero a mi mujer”. “Ya, pero yo le gusto”. “Sí”. “Y usted me gusta a mí”. “Eso me dice”. “¿No me cree?”. “Sí, si me lo dice, sí, supongo que sí”. “Entonces, nos gustamos, ¿no?”. “Sí”. “Pues…”. “¿Y qué dice su marido?”. “Nada. No se lo he contado. Si se lo cuento se pone hecho una furia”. “Vaya”. “Es que es muy celoso”. “Sí, ya me lo dijo”. “Bien, estábamos en que nos gustamos, ¿no?”. “Sí”. “¿Y qué hacemos?”. “No sé. ¿Usted qué quiere?”. “Me gustaría intimar con usted”. “¿Qué quiere decir con intimar?”. “¿Hace falta que se lo explique?”. “Quizá sí, ¿no? Hay muchas formas de intimar… de hecho, ya estamos intimando”. “Sí, pero me refiero a más, quiero intimar más”. “Paso a paso, ¿no?”. “Es que usted me gusta mucho”. “También usted me gusta, es muy atractiva, ya se lo dije, pero…”. “¿Pero qué? Yo le gusto, usted me gusta, ¿no le gustaría avanzar más?”. “Mire, si pudiera abstraerme de mi vida actual, me encantaría, está usted estupenda, pero…”. “¿Más peros? Usted me gusta y me atrae. Cada día sueño con encontrarme aquí con usted. Quiero más”. “¿Y qué quiere?”. “¿No se lo imagina? A ver si resulta que es usted torpe”. “Torpe no, estúpido sí, probablemente”. “Pues no sea estúpido y no me rechace”. “No la rechazo, es que…”. “Ya, ya me ha contado que quiere a su mujer, pero yo le gusto, ¿no?”. “Sí, ya se lo he dicho”. “¿Entonces?”. “Entonces, ¿qué?”. “Pues si nos gustamos, usted me atrae y yo le atraigo, podemos avanzar, ¿no?”. “Sí, supongo que sí, pero…”. “Vaya, otra vez un pero. Veo que no le gusto”. “Sí, sí me gusta”. “Pues avancemos más”.

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