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domingo, 17 de abril de 2011

212. Conduciendo, en 400 palabras (ciento cuarenta y cinco).

Conduciendo

Yo soy un hombre tranquilo conduciendo. Procuro cumplir las normas de circulación, respetar los pasos de peatones, no excederme en velocidad, mantener la distancia de seguridad..., en fin, me empeño en ser un buen conductor a conciencia, cada día me da más miedo tener un accidente.

De joven no era así. Entonces no había límite de velocidad y yo apretaba de lo lindo. De lo lindo, entonces, era llegar a 120 Km/h como mucho con mi Simca 1000 de estudiante. Toda una proeza. Recuerdo que, acelerando a tope en la autopista Cádiz Sevilla —a lo mejor llegué a 140 Km/h— reventé el coche. No recuerdo qué le pasó, pero sí que nos quedamos tirados.

G. a D., no he tenido accidentes. Sólo una vez, con el seiscientos de mi novia, di un pequeño golpe al de delante por mirar donde no debía (a saber lo que miraba). En otras tres ocasiones he estado a punto, pero no me considero responsable: un coche con una rueda pinchada a la entrada de un túnel (me pego a la derecha, entre el coche parado y el muro, no mato a nadie de milagro y el que me sigue se empotra con el coche pinchado); hielo en una curva yendo a Cádiz un uno de enero de madrugada, con deslizamiento indomable hacia fuera, hasta que conseguí dominar no sé cómo ese desplazamiento anómalo; y una enorme rueda que se desprende del camión que me precedía y no nos mató por casualidad o porque no estaba escrito (ya lo conté en esta bitácora). La verdad es que no me puedo quejar.

Sin embargo, hay conductores que son muy imprudentes, y digo imprudentes por no utilizar los apelativos groseros que se merecen. Tengo un amigo que es pacífico, pero que, en cuanto conduce, se transforma: corre, frena en seco, acelera, adelanta por la izquierda o por la derecha, según le dé, ignora los pasos de peatones, va pegado al culo del de delante... y, además, insulta al contrario, compite con él si le ha adelantado... En una ocasión se bajó del coche y le quiso pegar a uno que no se había dejado adelantar. Menos mal que lo frené.

Sí, hay gente que conduce de forma temeraria. Luego hay accidentes, claro. De cajón. Por ejemplo: ¿por qué no se respeta la distancia de seguridad? Es muy sencillo y muy seguro. Pues no. No lo entiendo.

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