Bienvenido a este mi cuaderno de bitácora

Querido visitante: gracias por pasar por aquí y leerme.
Aquí encontrarás ligeros divertimentos y algunas confidencias personales, pocas.
A mí me sirve de entretenimiento y si a ti también te distrae, ¡estupendo!.
Si, además, dejas un comentario... ¡miel sobre hojuelas! Un abrazo,
Guarismo.

domingo, 20 de julio de 2008

59. Estás difícil, en 400 palabras (treinta y seis).

Estás difícil

–Estás difícil últimamente.
–No, estoy como siempre.
–No es cierto, tú no eres así.
–Sí que lo soy.
–Yo creo que algo te pasa.
–No me pasa nada.
–Ya no me quieres.
–Es… sí, bueno, es el trabajo, que me agota. Mucha tensión.
–No es el trabajo.
–Sí, de verdad, y te lo he contado. Tenemos problemas.
–Otras veces los has tenido, y más gordos, y hemos hecho el amor como al principio.
–Ahora también.
–¿Ahora también? Si llevas dos semanas sin tocarme y la última vez fue un fracaso.
–Es el estrés, ya te lo he dicho.
–No me lo creo. Ni siquiera me miras.
–Sí que te miro.
–No cuando nos desnudamos. A ti siempre te he gustado.
–Y me sigues gustando.
–Ahora no me miras.
–Sí te miro, sabes que me gustas.
–Ya no.
–Sí, sí me gustas. Lo que ocurre es que estoy pasando una mala racha.
–Desde nuestro primer fracaso no me haces ni caso, ni me miras.
–Sí te miro.
–Pero no te gusto. Hay otra persona, seguro.
–¿Cómo? ¿Qué? ¿Otra persona? ¿Cómo se te ocurre…?
–¿Qué cómo se me ocurre? Si no hay más que verte. Tienes cara de cansancio, ya ni me das un beso, los fines de semana te acuestas antes que yo para evitar que te pida nada…y no quieres que te acompañe a sacar al perro… ¿Llamas entonces?
–¡A quién!
–A tu amante…
–¡No tengo amante!
–¡Hagamos el amor!
–¡No estás bien de la cabeza! Son las siete de la tarde.
–Es la mejor hora.
–Podría venir alguien…
–¿Quién va a venir? ¡No me pongas excusas!
–Bueno… pero sabes que he tenido un día duro, no sé si…
–¡Pamplinas! Antes, cuando trabajabas mucho, me buscabas y lo pasábamos en grande…
–Pero hoy no creo que…
–Has estado esta mañana con tu amante, ¿no? ¿Cuántos fueron, eh?
–¿Yo? ¿Qué he estado con quién?
–Con tu amante.
–Mi amante eres tú. Estás diciendo estupideces. No estuve con nadie esta mañana.
–Pues te llamé a la oficina y me dijeron que no estabas.
–Fui a ver a un cliente.
–Si tú no sales nunca.
–Hoy fue una excepción.
–Para hacer el amor, ¿no?
–¡No! Tenía que salir… a hacer… a hacer unos trámites... Por favor, no pienses cosas raras.
–Pues hagamos el amor.
–Es que… no me apetece.
–Lo hiciste esta mañana, ¿no?
–No.
–Y ayer, y anteayer…
–No, no.

2 comentarios:

Bicho dijo...

En ese diálogo no sé quien está más difícil de los dos... jejeje!

Ese tipo de conversaciones siempre acaban con algún desvarío, pero creo que la intención real es, simplemente, que nos hagan más caso.

El amor tiene estas cosas.

Ana Pedrero dijo...

El relato es genial. Ocurre que hoy no sólo estoy difícil, sino también espesa como para hacerte algún comentario más brillante. Pero me encanta. ;)

Un abrazo.